viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

     
 Y por fin "se hizo" el Amor...


  











  ¡que cada día del año "hagamos el Amor" sin miedo!

Nuestra felicitación navideña de la mano de J. S. Bach:



Jesus, bleibet meine Freude,
Meines Herzens Trost und Saft,
Jesus wehret allem Leide,
Er ist meines Lebens Kraft,
Meiner Augen Lust und Sonne,
Meiner Seele Schatz und Wonne,
Darum lass ich Jesum nicht
Aus dem Herzen und Gesicht.

Jesús sigue siendo mi alegría
consuelo y savia de mi corazón,
Jesús me defiende de todo dolor,
Él es la fuerza de mi vida,
el gozo y el sol de mis ojos,
el tesoro y el gozo de mi alma;
por eso no dejo a Jesús
fuera de mi corazón y mi semblante.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Rescatando al niño que hay dentro del soldado

Porque es Navidad, tiempo en el que lo imposible se hace posible...¡Dio-niño! Tiempo de creer en una humanidad "divina", en una divinidad "humana".

Tiempo de Navidad, de "nacimiento". Y para ilustrarlo, este artículo de "periodismohumano", en el que se muestra la labor de los misioneros javerianos en Sierra Leona con los niños de la guerra: "Rescatando al niño que hay dentro del soldado".

Rostros que aumentan la fe en Dios, en el hombre, en el Dios hecho hombre... que devuelven la esperanza, que encienden luces en la noche, que recuperan la sonrisa perdida... que nos hacen entonar de nuevo junto a los ángeles: ¡Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres!


 Algunos textos tomados de este artículo para nuestra reflexión:

 Tras ese periodo pasaban por unos “ritos mágicos”. Se les convencía de que eran invencibles y de que las balas del enemigo nunca les harían daño. Así obtenían el arma y su primera misión. “En la mayoría de los casos les hacía volver a la aldea de origen y matar al padre, a la madre o a alguien de la familia”, cuenta Caballero. ¿Por qué? “Hablamos de niños de 8, 9, o 10 años que han matado a un miembro de su familia. Si intentase escapar no podría volver a su casa porque no lo aceptarían. Los rebeldes los convencían de que no podían ir a ningún sitio y de que ellos eran su única familia. Estos niños obedecen y crean lazos muy fuertes con sus captores, a los que al final terminan llamando ‘papá’”. Ayudados por la cocaína se convertían en “máquinas de matar” que destruían todo lo que se cruzaba a su paso: mataban, violaban o quemaban aldeas. Lo que les mandaran.

 En Sierra Leona empiezan a cerrarse las heridas pero en casi una treintena de países del mundo hay reclutados más de 300 mil niños y niñas soldado. “Se les usa porque son fáciles de manipular y se les remplaza fácilmente. Se gasta muy poco en entrenar a un niño y si muere se busca a otro que se lance al combate. ¿Por qué esto no cambia? Tenemos los datos, los informes, la Convención del Niño, y leyes internacionales que protegen sus derechos”.

 Para Caballero, se debe a tres motivos fundamentales.  “Primero, porque miramos a África como el continente que nos proporciona todas las materias primas que necesitamos para nuestro bienestar. En Sierra Leona son los diamantes, en la República Democrática del Congo es el coltan para nuestros móviles, en el sur de Sudán es el petróleo y en Níger es el uranio, solo por poner algunos ejemplos. Donde no hay una materia prima que Occidente no necesite no hay guerra. Se puede decir que son nuestras empresas y gobiernos los que mantienen estos conflictos. El segundo es que las armas que se utilizan en estos conflictos no se fabrican en África sino en Occidente. No olvidemos que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está formado por los principales exportadores de armamento del mundo, y en sexto lugar viene España. Es un gran negocio. Y El tercero, es la falta de voluntad política. Sabemos que las causas por las que estos niños luchan están más en Occidente que en sus propios países y no hacemos nada para que eso termine”.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Creo que hoy es el día apropiado











 

Hoy se celebra la Jornada mundial de la lucha contra el SIDA. Creo que es el día apropiado para acercarnos a la opinión de Bendicto XVI sobre la cuestión, sin más necesidad de interpretación y comentarios que su propia palabra. Transcribo la respuesta que da en el libro-entrevista recién publicado, Luz del mundo:

"Pregunta: Con su viaje a África en marzo de 2009 la política del Vaticano en relación con el sida quedó una vez más en la mira de los medios. El veinticinco por ciento de los enfermos de sida del mundo entero son tratados actualmente por instituciones católicas. En algunos países, como por ejemplo Lesoto, son mucho más del cuarenta por ciento. Usted declaró en África que la doctrina tradicional de la Iglesia ha demostrado ser un camino seguro para detener la expansión del VIH. Los críticos, también de las filas de la Iglesia, oponen a eso que es una locura prohibir a una población amenazada por el sida la utilización de preservativos.

Respuesta: El viaje a África fue totalmente desplazado en el ámbito de las publicaciones por una sola frase. Me habían preguntado por qué  la Iglesia católica asume una posición irrealista e ineficaz en la cuestión del sida. En vista de ello me sentí realmente desafiado, pues la Iglesia hace más que todos los demás. Y sigo sosteniéndolo. Porque ella es la única institución que se encuentra de forma muy cercana y concreta junto a las personas, previniendo, educando, ayudando, aconsejando, acompañando. Porque trata a tantos enfermos de sida, especialmente a niños enfermos de sida, como nadie fuera de ella.

He podido visitar uno de esos servicios y conversar con los enfermos. Ésa fue la auténtica respuesta: la Iglesia hace más que los demás porque no habla sólo desde la tribuna periodística, sino que ayuda a las hermanas, a los hermanos que se encuentran en el lugar. En esa ocasión no tomé posición en general respecto del problema del preservativo, sino que solamente, dije - y eso se convirtió después en un gran escándalo -: el problema no puede solucionarse con la distribución de preservativos. Deben darse muchas cosas más. Es preciso estar cerca de los hombres, conducirlos, ayudarles, y eso tanto antes como después de contraer la enfermedad.

Y la realidad es que, siempre que alguien lo requiere, se tienen preservativos a disposición. Pero eso solo no resuelve la cuestión. Deben darse más cosas. Entretanto se ha desarrollado, justamente en el ámbito secular, la llamada teoría ABC, que significa "Abstinence - Be faithful - Condom!" (Abstinencia - Fidelidad - Preservativo), en la que no se entiende el preservativo solamente como punto de escape cuando los otros dos puntos no resultan efectivos. Es decir, la mera fijación en el preservativo significa una banalización de la sexualidad, y tal banalización es precisamente el origen peligroso de que tantas personas no encuentren ya en la sexualidad la expresión del amor, sino sólo una suerte de droga que se administran a sí mismas. Por eso, la lucha contra la banalización de la sexualidad forma parte de la lucha por que la sexualidad sea valorada positivamente y puede desplegar su acción positiva en la totalidad de la condición humana.

Podría haber casos fundados de carácter aislado, por ejemplo, cuando un prostituido utiliza un preservativo, pudiendo ser esto un primer acto de moralización, un primer tramo de responsabilidad a fin de desarrollar de nuevo una consciencia de que no todo está permitido y de que  no se puede hacer todo lo que se quiere. Pero ésta no es la auténtica modalidad para abordar el mal de la infección del VIH. Tal modalidad ha de consistir realmente en la humanización de la sexualidad.

Pregunta: ¿Significa esto que la Iglesia católica no está por principio en contra de la utilización del preservativos?

Respuesta: Es obvio que ella no los ve como una solución real y moral. No obstante, en uno u otro caso pueden ser, en la intención de reducir el peligro de contagio, un primer paso en el camino hacia una sexualidad vivida de forma diferente, hacia una sexualidad más humana".

(Benedicto XVI, Luz del mundo. El papa, la Iglesia y los signos de los tiempos. Una conversación con Peter Seewald, Barcelona 2010, 130-132)