jueves, 29 de diciembre de 2011

Ecumenismo

Paqui Martínez / Albanchez (Almería)

La Iglesia Parroquial de Albanchez acogía la pasada semana una ceremonia bilingüe en la que los nuevos vecinos, en su mayoría de origen británico, participaron activamente. Tanto es así que la comunidad católica y anglicana residente en la localidad participaron en una misa compartida como forma de unión entre las distintas confesiones que viven en el municipio.

Fue una misa particular e integradora. Durante unos 50 minutos se celebró la San Misa, que comenzó con una entrada de guitarra, ejecutada por Estanislao Beltrán. Luego los dos diáconos, Don Rubén en español y el diácono Duncan en inglés, dieron la bienvenida a todos los presentes. Todas las oraciones y lecturas fueron traducidas en ambos idiomas.

"En nuestro municipio reside una comunidad importante de ciudadanos ingleses, la mayoría de ellos anglicanos, y coincidiendo con estas fechas navideñas, donde el sentimiento religioso se vive de una forma más especial si cabe, hemos querido aprovechar para reunirnos todos. Es una forma más de fomentar la integración de los nuevos vecinos, ha sido además una experiencia muy bonita con mucho sentimiento y música a cargo de los vecinos" explica el alcalde de la localidad, Francisco Martínez.

La ceremonia se acompañó con la interpretación de varios villancicos, interpretados en inglés y acompañados al órgano por Michael Young.

Cerca de un centenar de vecinos asistieron a esta celebración que por primera vez se llevaba a cabo y que después de su gran aceptación, espera tener continuidad en próximos años.

Tras los actos religiosos, todos los asistentes compartieron un aperitivo en el Edificio de Servicios Múltiples, organizado por los miembros de la comunidad británica. En este caso, el ayuntamiento ha colaborado con polvorones y dulces típicos de navidad que se fusionaron con los alimentos anglosajones. "Hemos disfrutado de una experiencia bonita que sirve por encima de todo para conocernos y aceptarnos los unos a los otros" añade Martínez, convencido de que esta ceremonia será el origen de muchas otras entre ambas comunidades. Una muestra de la buena convivencia que existe en este pequeño pueblo del Almanzora donde en los últimos años han visto como se ha multiplicado su población gracias a estos nuevos vecinos.

La noticia en su origen: http://www.elalmeria.es/article/provincia/1147327/espanoles/y/britanicos/celebran/su/misa/navidena/unidos/por/la/fe.html

martes, 20 de diciembre de 2011

¡Otra Navidad!

JAUME PATUEL i PUIG, jpatuel@copc.es  (MATARÓ (BARCELONA).)

ECLESALIA, 19/12/11.- ¡Otra Navidad! puede exclamarse con tonalidades emotivas diferentes. La primera con un tono de gran fiesta, la que se celebra una vez al año. Todo fiesta. Todo alegría. Todo regalos. Todo cantos. Y pasada la fiesta, todo sigue igual. La segunda también con un tono de mucha depresión. Todo tristeza. Fiestas insoportables. Y pasados estos días, todo sigue igual. Las dos son desproporcionadas, se desmarcan de la normalidad. Las dos dejan de lado la profunda significación que tiene esta fiesta, que es del día a día.

Empiezo así porque volver a escribir –como cada año- no resulta fácil si se quiere decir alguna cosa nueva en ocasión de esta fiesta. Y decir algo nuevo, lo veo imposible. La forma de decirlo, tal vez no.

Mi intención es ayudar a comprender la Navidad o el Nacimiento o Luz interior o Sol emergiendo que cada uno lleva en su vida o cada ser humano tiene en su profundidad cuando uno al mismo tiempo es esa Profundidad interior. Navidad es nacimiento de la luz que cada día a través del sol se manifiesta. En la oscuridad hay luz sino no habría obscuridad. Las nubes esconden el sol, pero no lo hacen desaparecer. O la Divinidad encarnada en un Niño según la tradición de cristiandad. Otras culturas lo han expresado en diversas mitologías. Un Niño, un Sol, un Astro, un Personaje, un Camino que ilumina, orienta, indica. Está afuera y a dentro al mismo tiempo. En otras palabras, nuestro mundo interno como el externo.

Navidad, el nacimiento diario que cada uno experimenta cuando al despertarse puede ver o contemplar la luz del alba o el sol naciente. Luz que puede estar a veces tapada por las nubes de las dificultades del día a día, por el dolor, por las tribulaciones. Pero siempre, sin ninguna clase de duda, detrás de las nubes, junto a la oscuridad, siempre hay el Sol, la Luz. El nacimiento de otro día, de otro momento. La vivencia de sentir la hondura de cada uno que lleva a amarse y amar.

Sol, Luz, Personaje mítico que da calor como es el afecto que se da o se recibe. Los buenos días que se desean. La fantasía que se cultiva. El silencio que se hace al levantarse. El abrazo que se da o se recibe de la compañía tenida. El beso dado o recibido por los demás. O la sonrisa interior en una soledad, fuerte y terrible; a veces, casi depresiva o melancólica.

Otra Navidad es lo mismo que decir también otro día al abrir los ojos y ver que aún se vive aunque a veces se quisiera haber muerto. La hondura o la profundidad de cada uno, fruto de una labor interior silenciosa, de un pensamiento constructivo y sobre todo de haberse autodescubierto que nuestra realidad más que una forma es una transformación, una manifestación de un fondo universal, cósmico. Esto pide respeto a la Naturaleza.

Otra Navidad es tomar consciencia de una red real, existente, pero invisible de nuestra vida. Lo esencial es siempre invisible decía Antoine de Saint Exupéry en su famoso librito El pequeño príncipe. Eugen Drewermann, teólogo y psicoanalista, ha hecho una profunda lectura psicoanalítica de ese pensamiento en su libro Lo esencial es invisible. No es ninguna creencia o dogma, sino vida. Confianzas y fe en la certeza de la Hondura que es el ser humano.

Y esta realidad no es monopolio de ningún grupo, de ningún poder, de ninguna ideología, de ninguna cultura. Este Real está en todas y en todos. Es cósmico. Sencillamente “Es”. Sencillamente no yo soy, sino “soy”. No nosotros somos, sino “somos”. Sin sujetos explícitos gramaticales.

Es suficiente en abrir el ojo interior. El tercer ojo. Hacer caso a la intuición, fruto de los tres cerebros que tenemos. Por encima del conocimiento racional y emocional, hay otro que es más profundo. De ninguna manera significa que los dos primeros queden desbancados, sino todo lo contrario. Tienen que analizar y no desechar la intuición que tenemos. Auscultar el ruido silencioso de la Hondura del Hontanar.

Entonces, podemos ver y constatar la importancia de los rituales, no del ritualismo. La reunión o celebración familiar: Por navidad dichoso el que en su casa está como dice el refrán. Tiene mucho sentido, siempre que el mundo emocional armonice el encuentro de los seres queridos con los regalos adecuados, pedagógicos, didácticos, placenteros. Y todo el mundo alrededor de la mesa donde la gastronomía tiene su buen papel, reflejo del compartir. Fiesta en que el amor da placer y también vidas.

Y nada de esto debe impedir profundizar, antes todo lo contrario, que Navidad sea de búsqueda. El nacer de cada día a la búsqueda de lo profundo. Esa búsqueda nos da a conocer este otro acceso a lo Real, a la Ultimidad, a la Inefabilidad, a la Deidad, a lo Absoluto. El acceso no de las necesidades sino de la contemplación. Dos alas para volar. Satisfacer necesidades y al mismo tiempo contemplar: Navidad es nacimiento y fiesta. Sí, de un infante muy especial, pero básicamente del Infante que hay en el interior de cada uno de nosotros, de todo ser humano. Infante que simboliza nuestra Unidad con el todo. La gran canción, muy conocida, cantada cada en tiempos de guerra: Noche de paz… es la búsqueda que todo ser humano hace de la vida a pesar del mismo humano. Una búsqueda que lo lleva a entonces a un nivel de consciencia global, integrador, que le permite transcender la visión miópica de la razón. La racionalidad no puede ni debe querer explicarlo todo. Dice bien claro Blaise Pascal, (1623-1662), filósofo francés: Hay razones que el corazón tiene y la razón no comprende.

Y concluyo deseando a la persona lectora: Otra Navidad muy feliz donde reine la vida integral y llena en todo ser humano, en el nacer de cada día.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).