Como un dardo que atraviesa la historia llega hasta nosotros una de las preguntas más personales e íntimas que Jesús lanza al discípulo de todos los tiempos: “¿Qué soy yo para ti?”, “¿qué significo para tu vida?”. Y habremos oído en muchas ocasiones que a esta pregunta no se responde con fórmulas “sabidas” o aprendidas de memoria, sino que exige una respuesta “personal”, desde nuestra propia experiencia.
Aunque curiosamente la pregunta de Jesús es en plural: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” Efectivamente, una respuesta “personal” no niega su carácter “comunitario”. Nuestra fe no es “subjetiva” sino “eclesial”, y nuestra experiencia de encuentro con el Señor, siendo personal es también comunitaria, pues el hombre no se entiende si no es “en relación con los demás”.
Y, ¿dónde se nos hace esta pregunta? ¿Quién no recuerda el lugar exacto de una conversación que le marcó la vida? La de Jesús con sus discípulos se produce en la región de Cesarea de Filipo, a los pies del monte Hermón, tierra fértil y comercial, plagada de templos a dioses paganos. En el Antiguo Testamento se conocía como Panias, en honor al dios griego Pan, dios del miedo (de ahí la palabra “pánico”).
¡Curioso! En el lugar del “miedo” y el contacto con otras religiones, incluso con no creyentes o paganos – como nuestro mundo –, Jesús nos pide como discípulos la confesión de nuestra fe personal y comunitaria. Pero, ¡ojo!, una confesión de palabra y vida, porque es imposible separar boca, corazón y manos del que vive “arraigado en Cristo”.
a pesar de conocer el relato bíblico, nunca lo había pensado como aquí lo expones. gracias!
ResponderEliminarun saludo desde el maestrazgomagico.blogspot.com TIERRA DE ENCUENTROS
RAUL
A veces resulta facil responder con la primera frase que nos viene a la memoria o a la cabeza. Pero a esta pregunta de Jesús se le responde con la vida, con nuestra forma de vivir el cristianismo.
ResponderEliminarHermosa entrada.
mariarosa
coincido con Raul.
ResponderEliminarun beso
marian
Claramente expuesto. Se disfruta. Gran post. Saludos cordiales.
ResponderEliminar